Diarios Estoicos: Contra el exceso de palabras y de PowerPoints
“Obra inteligentemente. En tus conversaciones no seas disperso. No divagues en tus pensamientos. Evita, asimismo, el aspecto taciturno y las agudezas de ingenio. No consumas tu vida en los negocios.” Marco Aurelio, Meditaciones, 8.51
La meditación 8.51 de Marco Aurelio podría leerse como un pequeño manifiesto contra la trivialidad y la dispersión en tiempos que, incluso para él, ya se sentían llenos de ruido.
Marco Aurelio no tuvo redes sociales, pero conocía bien el peligro de una conversación dispersa. También de una agenda saturada. En pocas líneas, nos deja una advertencia que, con solo cambiar la toga por una reunión de Zoom, sigue tan vigente como el café frío del escritorio.
“Obra inteligentemente”, dice. No dice “obra eficientemente”, ni “obra con éxito”, ni siquiera “obra con rapidez”. Dice inteligentemente. Como quien ya sabía que el exceso de actividad no es sinónimo de sentido. Que el calendario lleno puede ser, en realidad, una forma muy decorosa de evitar lo importante.
Luego sugiere que no divaguemos en nuestras conversaciones ni en nuestros pensamientos. Y aquí uno siente la bofetada. Porque, aceptémoslo, vivimos en la era de la digresión. Saltamos de una idea a otra como quien cambia de pestaña en el navegador. Escuchamos no para entender, sino para responder. Y mientras el otro habla, ya estamos escribiendo un tuit mental con nuestra brillante réplica.
“Evita el aspecto taciturno y las agudezas de ingenio”, remata. Parece pedirnos equilibrio: ni el ceño fruncido del que se toma todo demasiado en serio, ni el sarcasmo del que se esconde detrás de su presunta superioridad. El sabio, según Marco, no es ni un bufón brillante ni un estoico amargado. Es alguien que sabe cuándo hablar, cuándo callar y, sobre todo, cuándo hacer algo mejor que hablar: pensar.
Y luego, la joya final: “No consumas tu vida en los negocios”. O en su versión siglo XXI: no la consumas en correos, notificaciones, reuniones, hojas de cálculo y proyectos que no recuerdas por qué aceptaste. Porque no se trata de no trabajar, sino de no hacer del trabajo una coartada para olvidar vivir.
Marco no lo dijo así, pero podríamos parafrasearlo: si vas a estar ocupado, que sea por algo que tenga alma.
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🎵 Música sugerida para acompañar la lectura:
“Klara” – Balmorhea
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