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Mostrando las entradas con la etiqueta Segundas Temporadas

Diarios Estoicos: Escuchar el doble, hablar la mitad

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  “Tenemos dos orejas y una boca para oír mucho y hablar poco.” — Zenón de Citio, citado por Diógenes Laercio, Vidas de los filósofos más ilustres, 7.19 No es necesario escribir tratados cuando el cuerpo ya lo explica todo: dos orejas, una boca. Esa es la proporción. No hay algoritmo más simple. No hay ecuación más elegante. Dos partes para recibir. Una para emitir. Como si la naturaleza, en un arranque de pedagogía sabia, nos hubiera diseñado con la arquitectura de la templanza. Zenón lo dijo con ironía, claro. Porque los fundadores del estoicismo no eran exactamente ascetas sin humor. Sabían que el silencio es el gran arte incomprendido de esta vida. El joven hablaba demasiado. Como todos los jóvenes, como todos los ansiosos, como todos los que aún no han descubierto que escuchar puede ser más poderoso que convencer. Y eso, que en tiempos de Zenón era ya problema, hoy se ha convertido en epidemia. Hoy hablamos —y escribimos, y posteamos— como si la opinión fuera una obl...

Diarios Estoicos: Mirada con perspectiva

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“Desde el cielo, los imperios son puntos. Las preocupaciones, ecos lejanos. Y el ego… apenas un susurro que se disipa con el viento.” Luciano de Samósata no fue un estoico, ni falta que le hizo. Fue poeta, satírico, filósofo a su manera: escéptico, burlón, a ratos insolente. Uno de esos hombres peligrosamente lúcidos que hacen temblar a los que se toman demasiado en serio. Pero en su Icaromenipo nos dejó, sin querer queriendo, una lección profundamente estoica: que todo lo humano, visto desde la altura, se vuelve menos trágico, más risible y —a veces— simplemente irrelevante. Menipo, personaje de su invención y alter ego insolente, logra lo que muchos filósofos intentan con tratados: despegar. Con alas prestadas y audacia de pájaro viejo, se eleva por los cielos y contempla la Tierra desde una distancia que no concede indulgencias. Desde allá arriba, los palacios parecen motas de polvo, los generales se confunden con los comerciantes, y las guerras no son más que peleas de patio escola...

Diarios Estoicos. Tu espíritu es intocable: una meditación desde Marco Aurelio hasta los semáforos en rojo

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“Si tu espíritu no lleva a cabo las funciones que le están encomendadas, nadie, sino tú, es quien lo impide. Porque ni el fuego, ni el hierro, ni el tirano, ni la infamia, ni ninguna otra cosa lo alcanzan.” — Marco Aurelio, Meditaciones, 8.41 No hay excusa externa. No hay evento, tragedia, personaje o circunstancia capaz de impedirte actuar con justicia, pensar con claridad y vivir con propósito. Lo que puede fallar no es el mundo, sino tu alineación con él. Y sí: esta es una frase severa. Pero también profundamente liberadora. Porque si el obstáculo eres tú… también eres la solución. Fuego, hierro y tráfico: las formas modernas del combate estoico No todos enfrentamos guerras de frontera como Marco Aurelio. Pero todos —cada día— peleamos nuestras propias batallas pequeñas: Un semáforo eterno y un reloj que avanza con crueldad. Una conversación que se torna agresiva por WhatsApp. Una reunión que empieza con media hora de retraso. Una fila interminable en la farmacia. Una crítica que no...

No hacer nada, trabajar con propósito: entre Epicteto, Buda… y esta necesidad de sentido

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No hacer nada, trabajar con propósito “No puedo llamar a alguien trabajador si solo oigo que lee o escribe… pero si pone su esfuerzo en relación con su propia conducta, para seguir adelante conforme a su naturaleza, solo entonces lo considero trabajador.” — Epicteto, Disertaciones, 4.4.41; 43 “De la nada surge todo. La no acción es la más perfecta de las acciones.” — Principio zen, en eco con el wu wei taoísta Hay días en que uno trabaja como bestia. Lee, escribe, responde correos, corrige textos, desborda pestañas del navegador, actualiza informes. Se siente ocupado. Se siente útil. Se siente —para decirlo con ironía— “productivo”. Y sin embargo… algo no cuadra. Epicteto te susurra desde el rincón del escritorio: ¿eso que haces, te hace mejor? ¿Te alinea o te dispersa? Y al mismo tiempo, desde algún lugar más difuso, como en eco de incienso y silencio, el budismo zen parece decirte: quizás estás haciendo demasiado… para evit...

Hoy, no mañana

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(con Marco, con Séneca… y con esa urgencia que no da tregua) ¿Cuántas veces hemos dicho: “mañana”? Mañana empezaré. Mañana escribiré. Mañana seré mejor. Mañana dejaré de postergar la vida mientras finjo que la pienso. Y entonces viene Marco Aurelio -sí, el emperador estoico, el que gobernaba imperios mientras batallaba contra su alma— y nos lanza una frase que suena más a sentencia que a consejo: “Con razón llevas tu merecido. Pues esperas aplazar hasta mañana el ser bueno, antes que serlo desde hoy mismo.” Ay, Marco Aurelio. Uno intenta justificar sus pequeños aplazamientos, sus prórrogas morales, su modesta flojera ética… Y tú vienes, sobrio como un mármol, a decir que el castigo no es castigo, sino consecuencia. Que no se trata de ser héroe, sino de serlo ahora. Que postergar la virtud ya es perderla. Que mañana no existe. Y punto.  Pero a este diálogo le falta pólvora. Y entonces entra Séneca, no con toga filosófica sino con máscara trágica. Pone en escena a Medea —la mujer her...

El groove ilustrado: US3 y Guru frente a frente

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  No todas las noches audiófilas se visten de smoking y sinfonías. Algunas, como esta, bajan la gorra con estilo y hacen breakdance en el parquet de la memoria sonora. Esta noche, el templo fue tomado por el groove. Hand on the Torch, el debut de US3, gira sobre mi tornamesa como si conociera cada rincón de la sala. Editado por Blue Note en 1993, este disco es —en todos los sentidos— un manifiesto cultural: el primer álbum de hip hop hecho íntegramente con samples oficiales del legendario catálogo jazzístico del sello. No piratería. No bootlegs. Legado, con firma y con swing. La cápsula se posa en el vinilo y arranca Cantaloop (Flip Fantasia). Boom. Ese riff de Herbie Hancock —robado sin violencia, pero con picardía— flota en el aire y se mezcla con la voz susurrante de Rahsaan Kelly, los scratches quirúrgicos, y una sección rítmica que no pide permiso. Aquí no hay nostalgia: hay reencarnación. Mis Focal Aria entregan cada contrabajo como si viniera directo de los estudios de Rudy ...