Weather Report en dos tiempos: arqueología eléctrica y explosión funky

Para Gabriel y su amor por Jaco Estaba caminando por Bruselas, buscando la tienda de discos Veals & Geeks que había descubierto en mi primera visita a la capital de Europa, cuando sonó la alarma de mi reloj. Tenía menos de una hora para llegar a mi próxima reunión —por suerte, cerca del centro histórico— así que apresuré el paso. Y entonces, como si los dioses del jazz se apiadaran de mí, giré la cabeza a la izquierda y ahí estaba: Caroline Music. Fue amor a primera vista. Caroline es una de esas tiendas que todavía huelen a vinilo nuevo y polvo de colección, donde los estantes crujen de historia y tentación. Entré y estuve a punto de perder la cabeza —cosa que no sería la primera vez que me ocurre en una disquería—. Terminé saliendo con cuatro vinilos bajo el brazo, entre ellos uno que me sacudió la memoria: el famosísimo 8:30 de Weather Report. Al verlo, me devolvió como un relámpago a la primera vez que escuché aquel disco en vivo, pero no ese, sino otro, más l...