Segundas Andanzas: Entrada 4 – A golpe de swing lunar

El instante No sabíamos que el swing podía volverse esponjoso, como una nube al anochecer. Tampoco que una burocracia municipal frustrante por la mañana en Alcalá podía encontrar su redención al otro lado de la línea C2 de Cercanías, con destino a Madrid, bajo las ramas altas del Jardín Botánico y la euforia de un beat balcánico en modo jazz-electrónico. La escena: Noches del Botánico. Un festival que ha sabido conjugar el prestigio del jardín universitario con la necesidad de hacer vibrar los cuerpos. Y allí, sobre el escenario, Parov Stelar. No se trata solo de un músico: es un ingeniero de atmósferas, un alquimista de emociones sintetizadas. El pensamiento La jornada empezó como esas películas que abren con una escena burocrática: formularios, sellos, horarios administrativos, funcionarios lacónicos. Alcalá amaneció con esa mezcla de historia gloriosa y tramitología contemporánea. Luego, las reuniones en Madrid: eficaces, necesarias, sin mayores epifanías. Pero lo que no se pu...